La pirámide es el primer monumento de Morteros, por lo que consideramos importante visitarlo y conocer su historia. Su construcción le hace honor a la caída de un aviador italiano llamado Mario Colombo junto a dos acompañantes: Atilio Pellegrini y José Calvo.

A principios del siglo XX, la aviación era considerada por los morterenses como algo europeo. Esto cambió cuando en 1914 Bartolomé Cattáneo aterrizó en la localidad. Muchos se asombraron por el suceso. Entre ellos, un grupo de italianos que llevaron a Cattáneo a la Sociedad Italiana tirando flores a su paso a modo de homenaje. Este hecho incentivó a varios aficionados a los aviones a adquirir un biplano perteneciente a Mario Colombo, piloto de la Primera Guerra Mundial. El italiano, nacido en Legnano -provincia de Milán- arribó a nuestra localidad con el propósito de venderlo.

El domingo 6 de noviembre de 1921, Colombo de 25 años de edad participa en el funeral del primer farmacéutico de la localidad. Eran las 16:00 hs. cuando se desplomó el avión que pilotaba. En él transportaba a los músicos Calvo y Pellegrini quienes tocarían en las exequias. Este terrible accidente no tuvo sobrevivientes. La causa fue una lamentable irregularidad: el aeroplano tenía capacidad para piloto y pasajero y aquel día se había cargado con exceso.

En conmemoración a tal tragedia, el albañil Luis Andreini construyó la llamada “Pirámide”. Tío de la esposa de Calvo y conmovido por el hecho, quiso homenajear a los tripulantes del avión. El monumento, estaba coronado por un águila de cemento, símbolo de la libertad del avión, su vuelo y altura.

Desde su inauguración hasta el día de hoy, sufrió varios destrozos, uno de ellos, el del águila inicial a causa del tornado que azotó a nuestra ciudad. Sin embargo, la edificación no fue restaurada hasta que Silvia Lamberti de Baudino se interesó por ella. Comenzó su labor recolectando información mediante un viaje a la Biblioteca de la Legislatura de Córdoba y el contacto con familiares italianos de Colombo, quienes al enterarse de los daños, enviaron una nueva águila de bronce para reemplazar la anterior.

Dato de color: Silvia Lamberti de Baudino, autora del libro Alas rotas que conmemora esta historia, logró el objetivo de restaurar la pirámide. Fue homenajeada por su labor con una medalla de oro otorgada por la condesa Caproni de Legnano, pueblo natal de Mario Colombo.